domingo, 23 de enero de 2011

ruido


Atrapada en mí, sin mirar atrás, no veo nada delante, sólo un ruido.
Estoy helada y rígida, en mi mente no distingo lo que soy de lo que fui, se fusionan para hacer de mi cabeza un puzle al cuál le faltan tantas piezas, que me resulta imposible funcionar con normalidad.
Sigo parada, con la mirada de una esfinge y sin un esbozo de sonrisa, tengo la sensación de estar rodeada por un huracán que no para de girar y girar. Tengo la sensación de tener los pies sobre la tierra pero la mente aún sé dónde ubicarla. Sigo escuchando ruidos…
Pienso en aquel beso, recuerdo un mareo al bajarme de una feria y que se me rompió el globo, también recuerdo una boca diciendo la abreviatura de mi nombre, una boca deseable que no podía dejar de mirar, recuerdo cuando encendí el aire acondicionado de mi casa nueva y estuve saltando de alegría con mi pequeño como si del descubrimiento del fuego se tratase, recuerdo cuando no podía andar apenas y lloraba cada noche suplicado un milagro, recordaba la sensación de un cigarro por mi garganta, saliendo poco a poco por mis labios con el ceño fruncido porque odio fumar, recuerdo una maleta verde pistacho y mi sonrisa al llegar a este maldito lugar en La Mancha cuyo nombre no querré recordar jamás, recuerdo el sonido de mi teléfono y la sensación de miedo que me agarrotaba todos mis músculos, por mis ojos pasaron miradas de amor, miradas despectivas, miradas muertas, palabras despectivas, palabras de amor, de dolor, de desilusión, preguntas y lo extraño que no vi ninguna respuesta.
Tras varias horas así, el ruido seguía llenando mis oídos por completo hasta que mi expresión cambió y miré hacia esa parte que hacía ruido… lloré… y supe que tenía que mirar al frente, ese ruido era:-“Mamá”-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.